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¿Quién se queda al perro en caso de divorcio?

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¿Quién se queda al perro en caso de divorcio?

¿Quién se queda al perro en caso de divorcio? Tras el último censo conocido, existen más perros que no jóvenes menores de 15 años, por ello en casos de separación o divorcio en que mascotas se ven involucradas, surge la cuestión de ¿Quién se queda la mascota en caso de separación? Esta pregunta crea bastantes disputas una vez ha llegado la hora, las mascotas no dejan de ser uno más en la familia, debido a esto en muchos casos la elección de quien debe quedarse con la mascota acaba resultando complicada. Cabe destacar que ante una separación, la posible custodia compartida es una opción a tener en cuenta. Todo y así el Código Civil en España ha acabado reconociendo a las mascotas como seres sensibles con múltiples opciones en cuanto a custodia se trata.

Un animal no entiende el hecho de que sus dueños se separen, por lo tanto, esta ley ampara los derechos del animal para que esté con ambos de sus dueños en caso de que estos últimos quieran seguir disfrutando de la convivencia con el animal.

Posibles custodias para la mascota

De cara a una separación lo primero a tener en cuenta es acreditar a quien pertenece la propiedad de la mascota, en caso de que uno de los cónyuges se hiciera antes con la mascota, este mismo sería el propietario legal del animal de compañía.
En caso de que el perro fuera adquirido dentro del matrimonio, sin un acuerdo de separación de bienes, ambas personas serían dueños legales de este, por lo que la custodia sería compartida y ambas partes del matrimonio divorciado o en trámites de divorcio se beneficiarían de su uso y disfrute personal.
Si fue adquirido y existe en este caso concreto un acuerdo de separación de bienes, la custodia pertenecería a quien haya adoptado y costeado la mayoría de sus gastos. Todo esto queda marcado en el registro de adopción del animal, cartilla de vacunación, etc. Cuando llegue la separación y el futuro de la mascota se dispute, lo más conveniente es llegar a un acuerdo mutuo entre ambas partes, con lo que se llega a un convenio regulador con la pareja en cuanto a la custodia de la mascota.

Si se diera el caso de no llegar a un acuerdo, un juez estaría al cargo de determinar el tipo de custodia sobre el perro.

Si ambas partes quieren poseer la custodia de la mascota el juez dictamina quien sería el responsable de esta, y esta custodia única se concede al demostrar que uno de los conyugues no es apto para hacerse cargo de la mascota debido a su capacidad económica para la manutención de esta, o debido a un maltrato animal.

La custodia única conlleva una indemnización para quien ya no va a poder disfrutar de su amigo del reino animal.
Si el dueño adjudicado por el juez, contempla la custodia compartida, se podrá realizar un régimen de visitas, el cual indicará quien es el responsable de los cuidados del canino.

Los escenarios más comunes y frecuentes:

Régimen de visitas:

Quien tenga mayor capital y disponga de mayor tiempo para dedicárselo a su mascota. El juez dictaminara el orden de visitas del otro conyugue.

El perro podría alternar la vivencia con sus dueños, en el domicilio de cada uno de estos, con lo que seguiría en contacto con ambos dueños.

  • A la hora de dictar sentencia, el juez valorará estos puntos:
  • Capital de los litigantes.
  • Tiempo que se le dedicará al canino.
  • Maltrato, en caso de que hubiera sido existente.
  • Existencia de hijos o familia.
  • Lo mejor para el animal en cuanto a su bienestar

Como en cualquier divorcio, este puede ser un motivo que de luz a bajones anímicos y/o trastornos en el perro.
Por lo que, si alguna vez se ve usted en una situación similar, tenga en cuenta estos aspectos por el bienestar de su compañero canino:

  • Acordar el cuidado de la mascota
  • Permitir visitas del conyugue con el que el animal no resida más debido a una custodia única.
  • Darle mucho afecto y aumentar las rutinas favorecedores al perro: caricias, paseos, encuentros con otros cánidos o familiares, etc.
  • Evitar en su mayoría algún tipo de periodo en el que el animal se encuentre solo.

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